Manuela Cordero le dio un repaso a su cuaderno de cantes señeros y decidió compartirlos con todos los que fuimos a escucharla a la sede temporal de la Peña Flamenca de Cartaojal. Comenzó con malagueña, jabegote y abandolao; nos regaló unos tientos rematados con tangos de la Repompa, extremeños, de Graná y otros. Hizo unas geniales cantiñas pasando de Cádiz a Córdoba con una genial maestría y una perfecta ejecución para dar paso a ese momento que espera todo buen aficionado, la soleá. Hizo una magnífica y flamenca soleá de Alcalá medida, a compás y pellizcando en el estómago como unos alicates de jondura. Para aliviar el dolor del cante (termina que se utilza para decir que el artista lo da todo y se siente a gusto desde su esfuerzo) nos ofreció la gran oportunidad de sus bulerías acompañada, toda la noche, por Antonio Carrión que estuvo genial y por una espontánea bailaora, Ana Pozo, que dio unas patadas por bulerías deleitando los tres al respetable. Manuela terminó por fandangos de varios estilos que siempre gustan mucho a un amplio sector de aficionados. La noche terminó con la valiente actuación de dos aficionados locales que le temieron a cantar después de la figura del cartel. José Cívico Luque al cante y Javier López a la guitarra nos mostraron su saber hacer con tangos, cantiñas y cuplé por bulerías que arrancaron nuevos olés del público. Gracias a los artistas y al público asistente en nombre de la Peña Flamenca.(Francisco Pozo, Presidente de la Peña Flamenca de Cartaojal "Paco de Antequera").